Hace una semana que volvimos de China, nuestra primera visita al pais milenario. Como estuvimos poco tiempo (menos de dos semanas), preferimos movernos por Pekin y alrededores solamente. Con esto quiero decir q no sé si lo que he visto y experimentado representa a toda China, o si las costumbres populares y la cultura pueden cambiar de norte a sur.... En cualquier caso, el viaje me ha dejado un sabor agridulce, como la salsa famosa que acompaña al cerdo de los menús chinos (recetas que luego no se ven en China por supuesto).
La parte dulce se la lleva la parte histórica y monumental. La escala china es otra escala diferente a la nuestra. Todo lo hacen a lo grande, y a veces eso no significa que olviden los pequeños detalles. El gusto refinado del arte. Los parques que invitan a sentarse y relajarse escuchando la música del erhu que algún vecino está tocando, sólo para entrenarse y no para sacar dinero. Ese espíritu de salgo a la calle, me pongo a hacer ejercicio, a practicar un instrumento, a comer pipas o a hacer de comer, me gusta. Y la pasión por la comida también. A los chinos les gusta comer mucho, de todo y a cualquier hora. No te vas a encontrar la cocina cerrada por muy temprano o tarde que sea.
La parte agria me la ha dejado la suciedad de las calles, el no-respeto por las colas o por los turnos en los medios de transporte o en las oficinas y la caótica contaminación acústica que volvería loco a cualquier occidental acostumbrado al nivel de "ruido" europeo. Para que os hagáis una idea, el nivel normal de ruido en la mayoría de las calles chinas es igual que el que se vive en una feria cuando al mismo tiempo se escucha el anuncio estridente de las hamburguesas, el vendedor ambulante chillando queriendo vender cualquier chuchería y las atracciones buscando atraer interesados con sus colores, música y demás frases repetitivas que hacen daño al oído por el mal gusto. En definitiva es como vivir en ese mundo feriante pero cada día de tu vida. Una alemana que conocimos y lleva viviendo un año en China dice que al final te vuelves inmune, se queda como el ruido de fondo de la TV q algunas personas necesitan para dormirse porque el silencio les incomoda. Así es la mentalidad china...
Volveremos pero ya con una imagen más realistas de los contrastes que puedes encontrar en el país de producir "lápido, bonito y balato"... también bueno? no, eso no es lo importante. Si se rompe te compras otro... Y al final citando una gran sabia frase que he escuchado muchas veces a mi padre "lo barato sale caro".
Wan an (buenas noches)