Hoy me he enfrentado por decisión propia a una situación que llevaba evitando meses por miedo, por falta de confianza en mi capacidad de gestionarme y controlarme en circunstancias que consideraba adversas. No sólo lo he logrado, sino que me he sentido después tremendamente reconfortada de haberlo conseguido, de haber podido controlarme en todo momento, de haber superado ese miedo. Este recuerdo lo guardaré como un ancla positiva a la que aferrarme cuando me haga falta. Si miramos en nuestra memoria seguramente encontraremos "anclas" positivas y negativas. Se entiende por ancla a un recuerdo que por algún motivo nos causó una sensación, una emoción fuerte. Este sentimiento puede ser positivo (si el sentimiento que experimentamos fue agradable) o negativo (si nos causó algún tipo de sufrimiento, o sensación especialmente incómoda). Nosotros llevamos estas anclas con nosotros siempre, y pueden resultar armas poderosas si sabemos usarlas adecuadamente, la decisión es nuestra.
(más información sobre la teoría del "Anclaje": "El Aprendiz de Brujo, PNL" por Alexa Mohl)
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