Ante una crisis, sea de ansiedad, de nervios, o simplemente un desajuste tal de las emociones, que nos hace tener miedo de perder el control de nosotros mismos, la mejor actitud es la de tratar simplemente de estar en el presente, sólo ser. A mi me ha ayudado concentrarme en mi respiración, en el entorno que me rodea, sin despertar juicios, sólo contemplando, aislarme de los demás, dejar fuera todos esos problemas que de golpe queremos resolver, aparcarlo todo permitiendo así que la calma venga a mi... Concentrándome en el aquí y el ahora, dejo que la tranquilidad me adormezca... Porque cuando alejamos el ruido de la tormenta, el sabio silencio acude y entonces somos capaces de ver con claridad y con distancia mejor las cosas, recuperamos el control y el caos de esa tempestad se convierte en un estado pasajero, del pasado.
Esa furia de energia está bien porque nos demuestra que estamos vivos, pero creo que es mejor emplearla en otras cosas mejores que la autodestrucción.
Escribo todo esto porque son experiencias que pueden ayudar a otros que pasen por situaciones parecidas, así verán que no somos todos tan distintos, lo normal es que compartamos miedos, problemas, ... y eso no nos hace peores personas, sino seres humanos... pero igual que yo he encontrado a mí gurú interior (aunque haya días q me cueste más escucharlo), vosotros podéis encontrar al vuestro... compartir alivia la carga pero la solución a los problemas las tenemos nosotros.
1 comentario:
Uno de mis profesores de meditación dice "cuando cerramos los ojos, el mundo no desaparece". Es muy tranquilizante pensar que podemos pararnos, cerrar los ojos y simplemente no hacer nada hasta que la calma nos alcance, sabiendo que el mundo sigue fuera de nosotros y realmente no necesitamos estar en él todo el tiempo luchando por nuestros planes de hombres.
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