Nuestro mejor aliado

Pues sí, todos llevamos un consejero dentro, que nos conoce mejor que nadie y que es muy sabio. Lo que suele ocurrir es que la mayoría de las veces no lo escuchamos o pensamos que se equivoca. Es cierto que debemos estar en un estado receptivo, pues si nos encontramos alterados emocionalmente difícilmente nos vamos a concentrar en escuchar a nadie. No sé si se trata de un instinto de supervivencia o que estoy desarrollando más esta comunicación conmigo misma al no tener otra pero ayer me dí a mí misma un muy buen consejo... seguir el camino de las tres M.

M de Movimiento

Si nos sentimos estancados en una situación, si nos quejamos de aquello que nos gustaría cambiar, si deseamos "algo más".... hay que moverse. Debemos participar de forma activa en nuestra vida, pues con una actitud pasiva y conformista difícilmente cambiaremos nada ni atraeremos cosas nuevas, nuevas oportunidades... ¿Dónde y cómo? Lo importante es empezar a girar la rueda, puede que no acertemos en nuestra elección a la primera pero estaremos de camino para encontrarnos con aquellas otras que nos estaban esperando...

M de Meditación

No podemos permitirnos ser esclavos de nuestras emociones, el control debe ser siempre nuestro y para eso hay que trabajar y entrenarse en el arte de la autoreflexión. Hay que conseguir que nuestro estado habitual sea el de una actitud equilibrada, en el que aceptaremos posibles estados de alteración que nos provoquen determinados hechos o noticias, pero siempre, y a ser posible rápido, hay que volver a esa estabilidad que nos da la sabiduría para saber actuar correctamente en todo momento. Saber estar en silencio con uno mismo no es tan fácil y es primordial estar agusto con la persona que somos y que nos va a acompañar toda la vida.

M de Motivación

No hay que fijarse grandes metas para tener LA motivación, podemos sentir ilusión también en las pequeñas cosas. Creando pequeños retos y animándonos a conseguirlos. Colaborando así con nosotros mismos, los problemas serán menos problemas y nos divertiremos en el proceso mientras los vamos superando. A veces es tan sencillo como poner toda nuestra atención en lo que hacemos día a día, charlando con un amigo, cocinando, leyendo una factura (bueno esto puede ser menos divertido jajaja)... la cuestión es que podemos concentrarnos en buscar lo positivo, por poco que sea, de lo que nos va sucediendo. Veremos como poco a poco sentimos más impulso para dar el siguiente paso.

He querido compartir estas reflexiones por si pudieran ser de ayuda a otras personas. Yo al menos intentaré seguir la ley de las 3M.