Ayer estaba un poco baja de ánimos, por eso no escribí. Por la noche estuvimos haciendo terapia una amiga y yo. Luego, antes de dormir, cogí mi libro de meditaciones diarias "La promesa de un nuevo día", Editorial Sirio, y lo abrí al azar por una página... yo no sé si fue casualidad, pero justo me salió lo que había estado hablando con mi amiga, asi que ahora lo reproduzco aquí para compartir la reflexión:
¡Qué criaturas tan maravillosas somos los seres humanos -- tan parecidos y, al mismo tiempo, tan diferentes! Podemos trabajar juntos, construir grandes cosas,... Podemos hacer música, ... programar ordenadores. Pero también somos capaces de trabajar sólos. Cada uno de nosotros tiene el poder de pensar, planear y llevar a cabo proyectos que son característicamente nuestros.
Somos independientes e interdependientes -- y ambas circunstancias nos proporcionan alegría y dolor. En ocasiones nos sentimos agobiados y oprimidos por otras personas. Estas nos necesitan y nos abruman. Pensamos que si nos dejaran en paz podríamos desarrollar nuestro verdadero potencial.
Otras veces nos sentimos desesperada y dolorosamente sólos, sin apoyo, abandonados. En tales ocasiones quizás pensemos que si tuviésemos a alguien a nuestro lado, si le importáramos a alguien, tendríamos éxito. Sin embargo, la verdadera libertad, al igual que la seguridad real, está dentro de nosotros. Los demás no pueden dárnosla, hemos de buscarla en nosotros mismos.
A mi me hace falta buscar la verdadera libertad en la soledad, y, a mi amiga, buscar la verdadera seguridad en compañía. Paso a paso aprendemos en el camino hacia la autorrealización.
2 comentarios:
Confieso que temo que mi "búsqueda" me transforme en una sociópata, pero debo correr ese riesgo...
Esta tarde me ha poseído el personaje de Vendetta y me he asustado a mí misma con una frase tal que: " ¿Puede la sociedad convertir a una persona en sociópata? Sí, si la sociedad la trata con indiferencia, al final la sociedad es indiferente para esa persona"
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