martes, 9 de junio de 2009

Dedicado

Donde quiera que estés te gustará saber,
que te pude olvidar, y no quise,
que por frías y duras,
que fueron mis noches tristes,
no eché al fuego
ni uno sólo de los besos que me diste.

Esta obra no me la apunto, se trata de una adaptación mía de un anuncio de hace algunos años... Hoy estoy con la energía vital algo revuelta (ya estaba dando chispazos otra vez en el trabajo), lo que me ha removido emociones y eso me ha traído este bello soneto a la memoria, que aprovecho para dedicar a la persona que más me inspira a recitarlo en este mundo.

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