sábado, 11 de marzo de 2017

En busca del tiempo perdido

(Extracto del libro de Marcel Proust)
"Pero para mí no era bastante si, en mi propia cama, tenía un sueño tan profundo que me relajaba totalmente la conciencia; ya que entonces perdía todo el sentido del lugar donde me había ido a dormir, y cuando me despertaba en plena noche, no sabía donde estaba, y al principio ni siquiera podía estar seguro de quién era; sólo tenía el sentido más rudimentario de la existencia, como el que podía haber latente e intermitente en lo más profundo de la conciencia animal; estaba más desnudo que los habitantes de las cavernas, pero entonces la memoria, no del lugar donde estaba, sino de todos los demás lugares donde había vivido antes y donde ahora podía estar muy probablemente, me caía como una cuerda desde el cielo para subirme del abismo del no ser, de donde no podía haber salido por mísmo: en un breve instante atravesaría siglos de civilización, y a partir de una visión borrosa de lámparas de aceite, luego de camisas y cuellos vueltos, reconstruía los componente originales de mi ego".

El ejercicio de las tres cosas buenas

 Antes de irte a la cama intenta pensar en tres cosas buenas que te han pasado o que has visto durante el día. Pueden ser cosas muy simples ...