domingo, 31 de enero de 2010

Una de bastardos

Ayer vi la famosa película de Quentin Tarantino y voy a comentar mi opinión de la misma, así que quien no haya visto "Malditos Bastardos" que no siga leyendo porque igual le reviento la historia XD....
Sucede a veces que si la interpretación del personaje malo de la historia está muy muy conseguida , su actuación llega a eclipsar a la del protagonista bueno correspondiente. Creo que ha pasado lo mismo que con la peli de Batman del Caballero Oscuro, donde un genial jocker hace que Batman sea el que parezca un payaso mediocre. En este caso tenemos al personaje del "caza-judíos" cuyo papel borda con una genialidad y una naturalidad que le hace responsable de algunas de las mejores escenas de la película. Otra escena muy Tarantino es la del encuentro clandestino en el bar con la actríz alemana espía. La tensión conseguida con gestos, cruces de miradas y palabras estudiadas hace que no pierdas la atención a ningún sólo plano, sin embargo parece que el director puso aquí todos los minutos de metraje que luego le faltan a la escena del cine. Me explico, cuando aparece Brad Pitt con sus valerosos guerreros y se enfrentan al temido "caza-judíos", mantienen una pasividad que decepciona bastante; no se entiende que el nazi haga todo lo que quiere con ellos y no tengan por respuesta más que silencios en un plan por el que tanto habían luchado y perdido. Incluso cuando el nazi dice que quiere hablar a sólas con la actriz, el tan listo Aldo no reacciona. Como digo este enfrentamiento me parece muy pobre y corto, comparado con el del bar. Se salvan un par de escenas graciosas, por supuesto con el "caza-judíos", una en la que literalmente se escojona de la risa cuando la actriz le dice que se partió la pierna haciendo alpinismo, y otra cuando les sirve una copa de vino a un Brad Pitt y otro prisionero sentados en una mesa, pero atados de manos a la espalda con lo cual no pueden usar sus manos para beber de la copa XD. Chapó al malo de la película, sólo por tan maravillosa actuación merece la pena verla. Sin embargo, sigo opinando que Kill Bill y Pulp Fiction son mejores.

sábado, 30 de enero de 2010

Reencuentro con el pasado

Ayer y hoy me he encontrado con personas a las que hacía 10 años que no veía y ambas se acordaban de mí y se han alegrado de verme. Resulta curioso que también ayer me encontrara unos textos (mini relatos, alguna que otra poesía y reflexión) que escribí también hace diez años (algunos los voy a copiar aquí)... mucha coincidencia no? El caso es que a mí también me ha gustado volver a verlas porque las actividades que hacía con cada grupo me llenaban mucho (una es de un grupo de bailes del mundo y otra de una asociación ecologista). La cuestión es que hoy hemos ido en bici hasta el monte y hemos estado allí plantando árboles (encinas, olivos, alcornoques...). Hacía muy buen día aunque soplaba algo de viento frío, y ha tenido gracia cuando se han acercado un grupo de caballos curiosos que andaban sueltos por allí cerca. Hasta nos hemos sacado fotos con ellos jejeje. Así que la actividad ha estado muy completa.
Volviendo a la reflexión de antes... hace un par de años recuerdo un amigo que nos comentaba cómo se había producido algo parecido a un bucle o ciclo en su vida, había vuelto a un antiguo trabajo y de nuevo estaba tocando con un grupo como hacía 6 años atrás en su vida. Pues creo que a mí me está pasando algo parecido, mientras sean cosas buenas las que vuelven a nuestra vida supongo que no hay por qué preocuparse, así que dejaremos que la rueda del destino siga girando....

miércoles, 27 de enero de 2010

Probabilidades

Qué probabilidades hay de que vayas un día paseando por la calle y te caiga literalmente una persona encima? Casi todo el mundo contestaría que muy muy pocas... pues hoy es lo que le ha pasado a una persona. Imagino por los pocos detalles que se conocen del caso, que la chica que cayó no lo hizo aposta, me refiero a lo de caer encima de la segunda, a menos que exista una trama oculta aún más inverosímil. En definitiva a esta chica ahora le queda una papeleta importante que resolver, intenta suicidarse y no sólo no lo consigue sino que encima ahora debe cargar con un homicidio involuntario. Desde luego no ha conseguido mejorar su situación por muy mala que ella la viera. Respeto que cada uno haga con su vida lo que quiera, no tomamos la decisión de nacer pero sí tenemos esa libertad de decidir sobre nuestra muerte. Sinceramente no estoy a favor de las salidas fáciles (salvo casos extremos de situaciones límite como dar tu vida por otra persona o cosas por el estilo, aunque eso no lo llamaría yo suicidio...); cierto que la vida a veces puede ponernos las cosas difíciles, a veces, incluso tanto que te hace pensar si realmente tiene sentido luchar, luchar por qué? Hay personas que necesitan encontrar una respuesta a esa pregunta y si no la encuentran pues simplemente pierden la ilusión por ver un nuevo día. Pensamientos que acuden especialmente cuando uno pasa por períodos de tristeza, depresión, stress agudo, etc, etc. Mi humilde opinión es que no se puede estar continuamente buscando las últimas respuestas, teniendo que encontrar la fórmula mágica que resuelva todos nuestros problemas, nuestras dudas... quizás se trate sólo de estar, y fluir con aquello que vas encontrando en tu vida y ver como cada día sobrevives a tus miedos; buscar esos pequeños ejemplos que nos demuestran que tenemos más fuerza de lo que imaginamos, o de lo que creemos. Obsérvate más a ti mismo tratando de ser más objetivo y descubrirás muchas cosas.

martes, 26 de enero de 2010

La música calma las fieras...

Canción del día: Forsaken (Dream Theater)

I waited faithfully
For night to fall again
Trying to silence the fear within me
...

viernes, 22 de enero de 2010

Tener más no es sinónimo de felicidad

A ver si nos aplicamos muchas de las cosas que se dicen aquí...No tardéis mucho en verlo porque van actualizando la web...

Me ha parecido muy interesante el concepto de arrepentimiento a corto y a largo plazo. A corto plazo nos arrepentimos de los que hemos hecho, sin embargo a largo plazo nos arrepentimos de lo que no hemos hecho. Curioso eh? También estoy de acuerdo en la aptitud innata que el ser humano tiene de controlar el medio, sentir que tus acciones producen un efecto, a ser posible un efecto deseado, y que si perdemos esa condición de libertad entonces nos sentimo más desdichados. El experimento que nombra realizado con dos niños pequeños es también muy significativo. En definitiva, tantas opciones, tantas posibilidades nos requieren tomar decisiones continuamente, y el tomar continuamente decisiones puede generar y de hecho genera, ansiedad. Sobretodo si eres un maximizador que por costumbre siempre quieres elegir lo mejor para asegurarte de que tomas la decisión correcta. Yo entiendo bien este comportamiento, aunque ya cada vez más trato de seguir el perfil de "satisfactor". Por cierto no estoy de acuerdo con la última frase del documental.

miércoles, 20 de enero de 2010

Pieces of Japan

Bueno tenía pendiente por ahí seguir contando anecdotillas de mi viaje a Japón del 2007... Ya os conté lo de intentar hablar japonés y ahora os voy a relatar otra cosa curiosa que me pasó en una estación de metro de Tokyo. Resulta que es muy típico encontrar a jóvenes repartiendo gratis paquetillos de pañuelos de papel (tipo klinex) con alguna publicidad (la empresa que se anuncia es la que paga al supuesto muchacho o muchacha, imagino que no mucho, para que se tire toda la mañana o toda la tarde en diferentes estaciones repartiendo). Total como hay tantos pues la mayoría de los japoneses supongo que hartos de acumular paquetes en casa optan por ignorar a estos chicos y chicas que intentan ganarse algunas pelas para pagarse los estudios, caprichos, etc. en dicho curro temporal. Pues bien, estabamos esperando en una concurrida estación de metro en Tokyo, cuyo nombre ahora mismo no recuerdo, a un amigo. Me dediqué a observar a un chaval que repartía los pañuelos con muy poco éxito, en los diez minutos que estuve mirando creo que logró sólo que una chica le aceptara y cuando vió la publicidad se lo devolvió para el descontento del chaval, que tenía una cara de frustración impresionante. Nosotros estábamos sentados en el bordillo de una acera pero o bien no se percató de nuestra presencia o bien no quiso percatarse. Total entre que yo estaba un poco resfriada de tanto cambio brusco de temperatura (no vayáis en Agosto ni a principios de Septiembre a Tokyo) y la pena que me estaba dando el chaval, pues me levanto con la intención de hacerle un favor. Ando despacio para que no se asuste (ya se sabe que allí algunos no están muy acostumbrados a ver a extranjeros) y el chaval empieza a comportarse de manera extraña XD. No se atreve a mirar hacia la dirección por donde yo me estaba acercando, miraba de reojo y apartaba rápidamente la vista, como diciéndose mentalmente, "si no miro, el demonio extranjero se irá", "si le miro entonces seguro que me habla", "ay! que se vaya por Buda!". Estas transcripciones las deduje a posteriori, porque en aquel momento lo interpreté como normal timidez japonesa ante extranjeros. El caso es que cuando me coloco ya a la distancia suficiente para que pudiera ofrecerme un paquete de pañuelos, y yo poniendo mi cara más amable incluso haciendo una leve inclinación con mi espalda para mostrar mi disposición a aceptar su publicidad (acompañada de valiosos klinex para mí), va y el tío me ignora. Me digo, "bueno será un poco cortito y no ha captado el mensaje, voy a ser más explícita"; allá que extiendo mi mano derecha para hacerle entender que quiero un paquete de pañuelos de esos que lleva media hora intentando regalar y que nadie acepta. Pues va el subnormal y con una cara de susto que parece que iban a matarlo me hace sin soltar palabra la famosa señal de la cruz con las manos o "Batsu" (a veces lo acompañan diciendo "Dame dame!" para resaltar que no hagas lo que pretendas hacer); luego inclinación de disculpa y larga corriendo como si hubiera tenido una experiencia tenebrosa que quisiera olvidar o sólo le restara el suicidio para borrarla. O_o Yo es que lo flipo... tanta represión les hace perder el criterio para discernir entre lo correcto y lo absurdo.

lunes, 18 de enero de 2010

Erótica: Insectos de ocho patas

Toy un poco cansadilla y falta de inspiración, como el blog está aflojando voy a recurrir a un recurso típico para aumentar las visitas jajaja (es coña, lo de hacerlo para aumentar las visitas...) se trata de un extracto picante del último libro que me he leído y que me ha hecho gracia. A ver si la autora me compensa tanta publicidad que le estoy dando jejeje


"La cabellera, que a la luz de las velas adquiría caprichosas y danzantes tonalidades, le caía en cascada de espirales por la espalda. Él, desde atrás, le asía las caderas para introducirse en ella con precisión rectilínea, irresistible... Cuando él tocó fondo ambos emitieron un gemido de sincronizada satisfacción. El miembro crecía dentro de ella, como si se nutriese de su propio alojamiento.
El tiempo se hizo total como un océano. Un océano que no calmaba, sin embargo, la sed. Un océano profundo y abismal en el que ella se sumergía, temblando como una gota, como una ola hecha de todas las olas, ... de agua derramada entre la rosal reunión de sus piernas - allá donde su sexo parpadeaba- de un turbulento río roto en desmesura, de un caudal que dibujaba, al fluir entre las sábanas, empapando lo oscuro, un mapa de fluídos y cabellos desbordados.
Todo giraba y vacilaba en aquella última embriaguez, algo frenético, una ebriedad de vida, una danza febril y sudorosa de demonios borrachos, una música rara e hipnótica, y el cuerpo retorcido como el de una serpiente, un cuerpo poseído de un eléctrico rayo que lo pulsaba y sacudía,... y ella que ejecutaba una sinfonía de gemidos, ama y señora de la disonancia, dueña del áspero contrapunto, y dueña de su sexo, diapasón de carne que marcaba el compás del tiempo, que se abría y se cerraba en un ritmo animal puro, un túnel que se contraía y aprisionaba. Y luego ella moría dulcemente, felíz y todo se calmaba. Unas pulsaciones anunciaron el inminente latigazo del esperma. Toda esta serie de sensaciones invisibles se remitían a un espectáculo corriente y visible: nada había sido inventado; durante siglos hombres y mujeres han jugado a componer en la cama descomunales y groseros insectos de ocho patas"

(L. Etxebarría, "De todo lo visible y lo invisible")

sábado, 16 de enero de 2010

Canción del día

Jerusalem

    Bring me my Bow of burning gold!
    Bring me my Arrows of desire!
    Bring me my Spear, O clouds unfold!
    Bring me my Chariot of fire!


   Traed mi arco de oro ardiente!
   Traed mis flechas de deseo!
   Traed mi lanza, oh nubes desplegáos!
   Traed mi carro de fuego!


Let it rain...Wash me clean again...  Dejad que llueva... Que me limpie de nuevo...

miércoles, 13 de enero de 2010

Teaching

Hate dogma
Love freedom
Learn by experience
Believe in yourself

(Extraído del libro "De todo lo visible y lo invisible" Lucía Etxebarria)

lunes, 11 de enero de 2010

Relato corto: "Última parada"

Música de fondo (letra para el que quiera saber de qué va)...
Sacó la carta del bolso, necesitaba sentirla en sus manos para darse valor, para decir aquello que no se había atrevido a decir en toda la noche. La carta que no había podido leerle, que tanto había reescrito una y otra vez, que tanto había ensayado... El momento que imaginó de una y mil formas, la última oportunidad ...se esfumó, igual de rápido que fue la despedida. No hubo abrazos aunque ambos lo deseaban, se besaron fríamente en la mejilla y ella aguantó la tensión sujetando el trozo de papel en sus manos hasta que las puertas del tren se cerraron y se separaron. Entonces la impotencia la inundó completamente. Se sentía incómoda, incómoda por sus dudas, por su cobardía, por no entender lo que le había frenado desde que él dijo algo que ella no esperaba en la conversación. Tanta emoción contenida e incomprendida hizo que las lágrimas hicieran acto de aparición y comenzaran a resbalar silenciosamente por su rostro en cuanto el tren se puso en movimiento. No quiso mirar por la ventanilla, no quería encontrarse con aquellos ojos otra vez que le habían hecho sentirse débil. Sin embargo al final lo hizo sólo para comprobar que él no seguía allí, no había esperado a que el tren se pusiera en marcha, no había querido alargar ese adiós. Esto le hizo sentirse aún más triste. Mientras el mudo y lento llanto intentaba aliviar sus emociones, no podía parar de pensar, de buscar la razón que había paralizado sus intenciones, sus ganas de sincerarse, de mostrar sus sentimientos tal y como eran. "Es miedo, sí, tal vez ha sido eso" se dijo. Miedo de no estar a la altura. Él contaba con experiencias anteriores de otras relaciones, otras mujeres que habían sido lo suficientemente buenas para dejarle buen recuerdo. ¿Quién era ella para competir a ese nivel? Ella ante tanta inseguridad por esa "posible" relación se había auto-eliminado en un acto suicida antes de que él pudiera hacerlo, antes de que se diera cuenta de ella no daba la nota. No, definitivamente no quería someterse a ese examen, pasar por esa inevitable comparación que él haría. Al menos así pensaba ella. Ella que siempre se esforzaba en dar esa imagen de seguridad, de fortaleza, de chica autosuficiente... Y era cierto en parte, pues de otro modo no sería capaz de representar tan bien el papel, pero también tenía otra cara, otro lado en la intimidad que no mostraba normalmente... Aquello que le hacía encontrarse con sus peores pesadillas, que le traía a veces un inútil sufrimiento, que la hundía en su propio infierno... No tenía enemigo más cruel que su propio yo, su otro yo. Sin embargo, esas violentas batallas pasadas ya eran historia, ahora se comportaba de forma más pacifista consigo y los enfrentamientos se limitaban a meras discusiones en las que intentaba no perder mucho tiempo, pues aunque el estribillo de la canción era muy pegadizo, se la sabía de memoria y estaba cansada de repetirla. En aquel momento viajando en el tren con esa sensación de derrota anticipada, sólo encontró las mínimas fuerzas para disimular normalidad ante el resto de pasajeros. Logró reunir cordura suficiente para mandarle un mensaje al móvil, trantando de justificar (sobretodo así misma) de algún modo su actitud cobarde, trantando de borrar esa culpabilidad que llevaba por dentro, que le pesaba en el alma presionándole el pecho. Aquella presión no le había dejado hablar con normalidad al final de la velada, pero ahora sí le permitía mandar aquella breve nota, quizás de auxilio. El texto fue corto: una disculpa, una pista de la oculta confesión y un deseo de vida mejor con otras mejores candidatas. La respuesta no tardó en llegar con forma de llamada. El teléfono sonaba; ella, sin embargo, había agotado las últimas energías y sólo pudo quedarse mirando la pantalla, mirando ese nombre, ese amor correspondido y, al mismo tiempo, temido. El destino vibró en sus manos durante menos de un minuto, 15 ó 20 segundos quizá en los que pudo haber cambiado el curso de su vida. Si hubiera contestado ella no habría podido ofrecer resistencia; si él le hubiera pedido que se bajara del tren, que lo esperara o que diera media vuelta, ella lo habría hecho. No respondió a esa llamada, y la esperanza de esa posible unión murió antes siquiera de haberse convertido en algo palpable, algo más allá de las fantasías, de las miradas. Más agua, más lágrimas, más frustración... Deseaba que el tren no se detuviera, que continuara su melancólica trayectoria para ayudarle a limpiarse, a desahogarse en aquel privilegiado entorno silencioso. El paisaje nocturno y distante a través de la ventana, pocas caras y desconocidas ... la metáfora perfecta para alejarse de él, de lo que sentía de forma tan intensa. Cada tramo recorrido suponía dejar atrás los recuerdos, disminuir aquel grado de vibración, reducirlo a algo insignificante que le permitiera volver a ser ella mísma otra vez.... "Última parada" anunció una estudiada voz por algún megáfono del vagón. Lástima, necesitaba más tiempo. Salió del tren por inercia, dejando las lágrimas en ese vagón, errando por las calles oscuras de forma autómata hacia el hogar, aunque deseaba ir a cualquier otro sitio menos a casa. En el camino encontró un rostro familiar, suerte que sus mejillas estaban secas y su amigo no vió signos de alarma. Hablaron familiarmente y eso distrajo su mente durante la conversación. Incluso rieron con algunas bromas. Se despidieron al rato y llegó casi sin darse cuenta a su portal. Cruzó la puerta y decidió romper la carta para dejar atrás, dejar fuera aquella vivencia que seguiría viva en su memoria para siempre, como prueba de lo que pudo ser pero no fue.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y, de pronto, toda nuestra vida se concentra en un sólo instante" Oscar Wilde

Otra frase del día

"Losing faith in human race"

y es mía ;P

sábado, 9 de enero de 2010

Extractos del libro "De todo lo visible y lo invisible"

Aquí voy a dejar algunas ideas o partes que me han gustado del libro...

"Los hombres desprecian en público aquello que temen en privado".
"Una vida sin sentido no tiene sentido para ser vivida".
"Hay que planear el futuro pero sin vivir en él".
"Vivir en la envidia por los logros ajenos permite al anónimo redimirse de la renuncia a los propios deseos y liberarse de la impotencia resultante de no haberlos cumplido.... El envidioso necesita desesperadamente rebajar los méritos del exitoso pues así no se sentirá tan inferior en comparación".
"Los susurros pronunciados en las sábanas suenan amplificados, multiplicados por diez, tal es el poder del silencio".
"No soy lo suficientemente fuerte como para mostrarme vulnerable".
"Hay gente que se cree que está pensando, cuando en realidad sólo está reordenando prejuicios".
"Amor no es voluntad, sino destino".
Y una reflexión mía última inspirada en una frase suya:
"No debemos tener miedo a equivocarnos, sino a estancarnos, porque equivocarse es también una manera de avanzar".

viernes, 8 de enero de 2010

Una vez alguien me preguntó...

... ¿se puede estar enamorad@ de dos personas a la vez? La respuesta es que sí, que se puede en tanto que nos enamoramos de aquellas cualidades que admiramos, y en tanto que una sóla persona quizás puede no reunir todo aquello que nos gusta. Entonces, ¿cómo debemos comportarnos? ¿cuál es el sentimiento verdadero? Claramente existen diferentes niveles a la hora de sentir las emociones, por lo que yo votaría por quedarse con la más intensa, pero lo primero es identificar cuánto de verdad hay en lo que vemos en el otr@ y cuánto es idealizado; porque a veces a pesar de no conocer lo suficiente, construímos el resto a nuestro deseo, es decir, en ocasiones vemos en el otr@ lo que anhelamos, la fantasía que queremos ver... Hay que tener cuidado porque cuando el espejismo se borra, nos encontramos con una imagen que no coincide exactamente con lo que habíamos esperado. Por lo tanto, lo primero es dejar a una lado la imaginación, contener la emoción (en la medida de lo posible) lo suficiente para que la razón nos deje extraer información real de la otra persona. ¿Por qué mucha gente se equivoca en la elección de la pareja? Precisamente por esto, porque no se paran a estudiar detenidamente al otro desde una percepción más objetiva, es difícil lo sé... de hecho tampoco tenemos una garantía del 100% de no equivocarse. Así que sí, podemos encontrar en nuestro camino a personas que nos despierten sentimientos (no hablo de una pura atracción física-sexual) incluso teniendo pareja estable, pero hay que valorar muy bien, hacer una comparación lo más minuciosa y distanciada posible para no cometer un error. Y si ya nos equivocamos en el pasado, no hay que tener miedo de reconocerlo y atreverse a cambiar, eso sí, con toda la seguridad que podamos reunir tanto en nosotros mism@s como en el objeto de nuestra supuesta confusión (sea una nueva pareja o no).
Puff, teoría y práctica no siempre van unidas de la mano ... lo sé...

miércoles, 6 de enero de 2010

El ciclo-nadador

Después de muchos días con el "mono" encima, hoy he disfrutado de una hora de bici. Hay un sitio al que me gusta ir porque es un escampado amplio justo en el muelle, al lado de las rocas y el mar. Además de poder pedalear sin que me molesten ni yo moleste a nadie, pudiendo ir más rápido o más lento si me apetece, puedo observar el privilegiado paisaje relajante con el agua, barcos que llegan o se van quién sabe de qué lugares, la quietud de algunos pescadores que pasan las horas y horas en esa ceremonia de la pesca... Bueno a lo que voy... que mientras estrenaba mi "avatar" pasando por todos los hoyos, piedras y agujeros que veía para probar la amortiguación un personaje ha llamado mi atención. Se trataba de un hombre yo diría que de unos cuarenta y pocos años. Primero le ví preparándose (por decirlo de alguna forma pues noté algo de repetitivo en sus movimientos) para montar en bici, poniéndose una camiseta marrón y un gorro blanco como de esos que se pone a los niños en la playa para protegerlos del sol. El caso es que se pone en el carril de en medio (yo iba por los carriles más externos, al lado de las rocas y al lado de una muralla que cierra la explanada) y comienza a ejecutar su particular ritual. Pedalea pero no apoya los brazos en el manillar sino que con los brazos empieza a ejecutar movimientos como si estuviera nadando. No va demasiado rápido ni demasiado lento, ejecuta su particular danza en todo el recorrido hasta llegar al final del carril, apoya de nuevo las manos en el manillar de la bici para dar media vuelta y de nuevo los suelta para repetir la escena. Me quedo algo sorprendida, por lo hipnótico de la representación, por cómo el hombre ejecuta ese extraño baile con tanta destreza (yo soy capaz de llevar la bici con una mano pero no sin ninguna! aprovecho para preguntar desde aquí a los pro y expertos ciclistas por la técnica o el truco para hacerlo), ya que a este hombre le salía con una naturalidad del que lo ha repetido más de dos y tres veces. En fin, ésta ha sido la anécdota del día, el extraño personaje que ha coincidido en mi espacio-tiempo y me ha dejado esa extraña sensación del  testigo que observa algo fuera de lo común y no sabe cómo calificarlo, si de expresión deportiva, de locura valiente o mero desahogo corporal... Qué curioso, deber ser que el mar atrae por alguna razón a personas que se salen de la rutina convencional, como este ciclo-nadador, o como aquel ocurrente cantante de ópera que también me cruzé una vez en la playa.... jejeje me encanta encontrarme esas notas de color entre la gris rutina.

El ejercicio de las tres cosas buenas

 Antes de irte a la cama intenta pensar en tres cosas buenas que te han pasado o que has visto durante el día. Pueden ser cosas muy simples ...