Últimamente no estoy muy inspirada para escribir... diversas ideas y preocupaciones me rondan la cabeza y no me dejan espacio para pensar en otras cosas. En esta nueva etapa de mi vida, paso mucho tiempo sin hablar con nadie, cosa a lo que no estoy acostumbrada, y eso hace que me esté poco a poco volviendo más silenciosa. Si tengo que comunicarme con alguien, sin una pantalla de ordenador por delante, es como si me costara más esfuerzo encontrar las palabras y me siento muy torpe hablando. Es un efecto curioso porque nunca he tenido antes problemas para mantener una conversación cara a cara con nadie pero ahora, será por la nueva circunstancia en la que me encuentro o porque estoy perdiendo autoconfianza (aún más si cabe), me debo forzar a mí misma para contestar a las preguntas que me lanza mi interlocutor. Espero que este extraño estado sea transitorio y recupere mis capacidades comunicativas pronto. Sino me iré a un tranquilo templo budista de esos con voto de silencio, jeje
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