Siento que parte de mi alma se escapa,
lejos, lejos de mi alcance, donde ya ni siquiera
llega el recuerdo de por qué andábamos tras ella.
...
Bucles de pensamientos y un conjunto,
océano de, llamémoslos sentimientos,
quieren hundirme en el incómodo estado
de la pasividad; donde todo es más fácil,
y sonreir es una mueca, que no vale más que
un simple gesto.
Dicha sumisión me aterra, significa impotencia
que no logro asumir. Prefiero la dolorosa consciencia,
con su temible cara y su gran delicadeza.
A veces incordiando con su presencia...
pero la prefiero. La lucha con uno mismo
inevitable es, lo sé, mas se aprende a ser maestro,
con el tiempo, con las cuchilladas que nos arremeten
o arremetemos a nuestro cuerpo.
...
Ver el deseo escapar montado en un suspiro,
como para alejar la tentación de aspirarlo vehemente
y esperar que encuentre la razón guía hacia el olvido.
Thel
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