Pues si ayer mientras esperaba mi turno en la consulta de la ginecóloga de turno, me puse a ojear revistas buscando alguna lectura interesante en la que ocupar la espera. Llamó mi atención un breve artículo sobre psicología que encontré por casualidad en una de ellas y luego ojeando otras revistas, encontré dos más; curiosamente las tres ideas de los artículos que había elegido al azar enganchaban perfectamente y voy a compartirlos por si a alguien más le interesa (bueno confieso que la tercera revista la cogí por cierto título sugerente de la portada, donde decía no se qué de pintura erótica, aunque luego resultó ser un poco decepcionante el contenido jajaja). Voy a resumir las ideas que se me quedaron y que trataré de aplicar....
- Preocupación: los sufridores natos como yo tendemos a preocuparnos en exceso por las cosas. Este comportamiento ocurre porque tendemos a sobrevalorar los peligros e infravalorar nuestras capacidades. Hay que evitar por tanto no caer en una actitud victimista y de autocompasión para salir de este círculo vicioso. Así que este punto es casi el más importante, disminuir nuestra angustia y nivel de preocupación, porque sino estamos malgastando energía en un continuo e inútil estado de alerta (lo que conlleva desgaste físico y mental).
- Objetivos: Es importante hacer una lista de los objetivos que nos gustaría alcanzar en cada etapa de nuestra vida. Cuanto mejor planteados y más acordes a nuestras capacidades sean, más posibilidades de éxito tendremos. Por ejemplo, hablaba de no ser deseos demasiado genéricos o difusos, no es lo mismo escribir "quiero adelgazar" que escribir "voy a intentar comer menos por las noches durante una semana". Así al ponernos metas más pequeñas y asequibles, que nos acercan a la gran meta final, vamos alimentando nuestra autoconfianza y seremos más positivos a la hora de afrontar el siguiente reto.
- Coaching: No es suficiente con escribir un deseo en un papelito y luego esperar a que se cumpla. Hay que hacer un seguimiento continuo del estado de nuestros objetivos. Puede que algunos de nuestros viejos objetivos se hayan quedado obsoletos, o ya no nos interesen; entonces habrá que reformular otros nuevos. Pero es importante ver y escribir la evolución de nuestros objetivos en todo el proceso, porque aprendemos en la forma que hemos tenido de alcanzarlos y podemos ir mejorando, viendo cuáles nos han costado más y por qué o cuáles han sido más fáciles. Este estudio no es menos importante por marcar el punto final, pues nos permite ser nuestro propio coach y sacar interesantes conclusiones de nosotros mismos.
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