lunes, 13 de diciembre de 2010

Desconéctate del mundo

"Y a veces no nos vamos a engañar, la vida nos tortura a no poder más. Situaciones que pensamos no podemos soportar. Pero para todo siempre hay una solución. Y suele ser más sencilla de lo que pudiéramos imaginar.
Cuando ya no puedas aguantar... simplemente desconecta. Para. Imagina que nada a tu alrededor existe, pues es estúpido sufrir por lo que no ves. Piensa sólo un instante que estás en la nada... que simplemente importa que respiras y sientes. Y en ese momento... abrázate.
Descúbrete que eres lo más importante en tu existencia y no te puedes perder. Después mira a tu alrededor y sabrás que lo que te rodea no te daña. Y recógete de lo demás... cumple tus deseos más cercanos. Disfruta del momento como si fuera único, y olvídate del espacio y el tiempo.
A fin de cuentas no podemos vivir el pasado ni el futuro... y aún no podemos imperar en el pensamiento. Así que disfruta lo que tienes, porque el resto no importa... hasta que lo tengas delante. Y para entonces ya podrás preocuparte.
Abandona el daño que no ves, y céntrate en la alegría que vivir es." (Yen Gálvez)

Estoy de acuerdo con la primera parte pero no con la última, porque siempre hay que tener un poco de planificación sobre tus decisiones en la vida y no sólo responder sólo cuando tengas el problema delante, porque puede que sea demasiado tarde.
Sobre la desconexión del mundo que te rodea, creo que a veces algo dentro de tí te lo pide de forma natural, es como si necesitaras una pausa para respirar y precisamente darte cuenta que estás respirando. Parece una gilipollez pero cuántos de vosotros me podéis decir qué tipo de respiración tenéis, si pausada, acelerada, si inspiras más que expiras o al revés... sí, se trata de un acto reflejo sin el cuál no podemos vivir pero me sirve como ejemplo para demostrar lo poco que nos paramos a pensar a veces sobre tantas cosas que repetimos por simple inercia o rutina, llegando a un punto en que podemos olvidar el por qué iniciamos ese comportamiento. Por este motivo es tan importante conocerse bien uno mismo, y para conocerse uno bien se tiene que dedicar tiempo a la auto-observación, sin interferencias y sin distracciones, con toda nuestra atención en el momento presente que vivimos. Con este simple método, se pueden resolver tantos de nuestros problemas, que no deja de sorprenderme cómo no practicamos más algo que nos haría la vida más fácil...

No hay comentarios:

El ejercicio de las tres cosas buenas

 Antes de irte a la cama intenta pensar en tres cosas buenas que te han pasado o que has visto durante el día. Pueden ser cosas muy simples ...