miércoles, 6 de enero de 2010

El ciclo-nadador

Después de muchos días con el "mono" encima, hoy he disfrutado de una hora de bici. Hay un sitio al que me gusta ir porque es un escampado amplio justo en el muelle, al lado de las rocas y el mar. Además de poder pedalear sin que me molesten ni yo moleste a nadie, pudiendo ir más rápido o más lento si me apetece, puedo observar el privilegiado paisaje relajante con el agua, barcos que llegan o se van quién sabe de qué lugares, la quietud de algunos pescadores que pasan las horas y horas en esa ceremonia de la pesca... Bueno a lo que voy... que mientras estrenaba mi "avatar" pasando por todos los hoyos, piedras y agujeros que veía para probar la amortiguación un personaje ha llamado mi atención. Se trataba de un hombre yo diría que de unos cuarenta y pocos años. Primero le ví preparándose (por decirlo de alguna forma pues noté algo de repetitivo en sus movimientos) para montar en bici, poniéndose una camiseta marrón y un gorro blanco como de esos que se pone a los niños en la playa para protegerlos del sol. El caso es que se pone en el carril de en medio (yo iba por los carriles más externos, al lado de las rocas y al lado de una muralla que cierra la explanada) y comienza a ejecutar su particular ritual. Pedalea pero no apoya los brazos en el manillar sino que con los brazos empieza a ejecutar movimientos como si estuviera nadando. No va demasiado rápido ni demasiado lento, ejecuta su particular danza en todo el recorrido hasta llegar al final del carril, apoya de nuevo las manos en el manillar de la bici para dar media vuelta y de nuevo los suelta para repetir la escena. Me quedo algo sorprendida, por lo hipnótico de la representación, por cómo el hombre ejecuta ese extraño baile con tanta destreza (yo soy capaz de llevar la bici con una mano pero no sin ninguna! aprovecho para preguntar desde aquí a los pro y expertos ciclistas por la técnica o el truco para hacerlo), ya que a este hombre le salía con una naturalidad del que lo ha repetido más de dos y tres veces. En fin, ésta ha sido la anécdota del día, el extraño personaje que ha coincidido en mi espacio-tiempo y me ha dejado esa extraña sensación del  testigo que observa algo fuera de lo común y no sabe cómo calificarlo, si de expresión deportiva, de locura valiente o mero desahogo corporal... Qué curioso, deber ser que el mar atrae por alguna razón a personas que se salen de la rutina convencional, como este ciclo-nadador, o como aquel ocurrente cantante de ópera que también me cruzé una vez en la playa.... jejeje me encanta encontrarme esas notas de color entre la gris rutina.

4 comentarios:

Nono dijo...

Pues francamente no se exactamente que hacia el tio, me imagino que pedalear sin manos, lo de mover los brazos creo que sera secundario pero no, no se esta entrenando para nada en concreto. Yo puedo pedalear sin manos pero no hace falta mover los brazos. Quiza te estaba bacilando.

Anónimo dijo...

Entonces a ver si me enseñas la técnica para pedalear sin manos :S

Franj dijo...

Para pedalear sin manos, como para casi todo en esta vida, sólo hay un camino: practicarlo una y otra vez hasta que consigas hacerlo.

Como dijo Asuka (personaje de Evangelion): La constancia es la fuerza.

Anónimo dijo...

Bueno pues a ver si practico aunque no sé si igual hay que apretar más la dirección del manillar para que no se mueva o es sólo técnica de pedaleo equilibrado :S
Sobre la constancia sí, ya lo debatimos hace tiempo jejeje
http://yiyuunaseishin.blogspot.com/2009/07/la-constancia.html
GRACIAS por los comments <3

El ejercicio de las tres cosas buenas

 Antes de irte a la cama intenta pensar en tres cosas buenas que te han pasado o que has visto durante el día. Pueden ser cosas muy simples ...