martes, 13 de julio de 2010

¿Por qué empecé a escribir un blog?

Creo que lo puse en la primera entrada pero no está de más recordar los motivos... Desde temprana edad (10 años?) empecé a escribir en los típicos diarios secretos que tenían ese cutre-candado tan fácil de abrir... así que me inventaba lenguajes secretos (creo que el primero fue usando el alfabeto griego) para que mis hermanas no pudieran entenderlo... Es curioso si uno se para a pensar lo estúpido de escribir un diario sino quieres que nadie lo lea, entonces que lo escribes sólo para tí?, y esperas que a tu muerte alguien lo encuentre en una caja llena de polvo, escriban un guión y hagan una peli de tu vida que por supuesto se llevaría un óscar como mejor película de la historia? Resulta gracioso que me tirara tantos años escribiendo mis pensamientos y mis anécdotas con la sóla idea de plasmar recuerdos en un montón de papel pero sin querer compartirlos. En la adolescencia me pasé a los relatos cortos, sobretodo de ficción, empezó como una tarea del instituto y acabó como un hobby. Y poco antes de entrar en la universidad me atreví con la poesía y la filosofía jajaja qué mundo tan complejo... aunque simplemente encontraba satisfacción en el desahogo disfrazado y en la crítica que gritaba bien alto para ser escuchada (escribí algunos artículos para revistas de la universidad con pseudónimos). El caso es que cuando empecé a encontrarme con gente a la que le gustaba lo que escribía, recapacité sobre el sentido de un diario secreto y dejé unos pocos de años de escribir. Me limité a los típicos cuadernos de bitácoras para relatar detalles de viajes y ocasiones especiales durante algún tiempo. Luego un día de casualidad vi mis antiguos diarios de la infancia, leí algunos pasajes, jejeje la inocencia me hacía escribir tantas tonterías ;D El caso es que empecé a reflexionar y comprendí que si realmente me ponía a escribir una anécdota, un relato, un poema, una crítica,... era porque quería inmortalizar algo, y era muy egoísta la idea de guardárlo para mí pues si yo no estuviera aquí, entonces qué razón de ser tendría? habría que destruir todo el material por respeto a la muerta? No, aquello era una idea absurda, entonces sentí que me gustaba compartir y dejar que otros leyeran mis palabras, porque me reconfortaba enormemente recibir la solidaridad de otros, conocidos o no, que compartían mis ideas, sentimientos, ... o simplemente les agradaba mi estilo. De algún modo me dí cuenta de que recibir, por poco que sea, compensa con creces el dar; y que no somos nosotros quien ponemos el valor de lo que damos sino aquellos que los reciben con agrado. 
Un saludo afectuoso a todos. 

1 comentario:

Clairvoyager dijo...

Eres sabia yiyuuna, gracias por compartir.

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