sábado, 20 de noviembre de 2010

Mi reflexión del día

Hay que dar amor, pero de forma sana, es decir, a aquell@s que lo valoran y agradecen... si el/la que recibe no lo ve así, entonces no malgastes tus energías con esa persona...

A ver si algún día lo cumplo de verdad... que a veces cuesta darte cuenta de que  ciertas relaciones están huecas...  hablo de personas que quizás conoces desde hace varios años, pero que en realidad, si lo analizas, no ha habido ninguna evolución, puesto que son relaciones mantenidas por tí y por tu esfuerzo, lo que significa que es una "falsa amistad". La definición en sí misma de amistad conlleva participación e interés de ambas partes, y si una falla entonces ese barco no lleva a ningún puerto y está condenado a deambular en un viaje sin-sentido. Así que mi consejo de hoy es que hagáis limpieza de vuestras relaciones, que examinéis aquellos contactos que mantenéis por pura inercia, costumbre... y que midáis vuestras energías y vuestras fuerzas, que déis amor, pero de forma inteligente, a aquellos que son conscientes de que lo están recibiendo, de otro modo estáis perdiendo el tiempo y haciendo un mal uso de un sentimiento tan bonito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Algunos comentarios q me han hecho a través de otros medios....
A.C.: Pienso que a veces las personas no se dan cuenta de quienes las quieren de verdad y no porque es hermana de, hija de, madre de...habría que ser más éxplicita y decir algo parecido a " te quiero por ti misma seas quien seas y vengas de donde vengas".
M.J. C.: - Eso seria lo ideal, pero el amor es el unico sentimiento que no entiende razones....y muchas veces aunque nos esforcemos, no podemos elegir a quien se ama.
A. T.:- El problema no es que el otro entienda que le quieres (a buen entendedor ....). El problema es que hay gente que no entra en el juego de la correspondencia de afecto y esas relaciones agotan a la gente que es proclive a dar.

Jung y la naturaleza animal pagana

 "Las fuerzas instintivas condenadas en el hombre civilizado son mucho más destructivas y por lo tanto más peligrosas que los instintos...