martes, 28 de julio de 2009

La constancia

Tenlo muy en cuenta. Nada en el mundo sustituye a la constancia. El talento no la sustituye, pues nada es tan corriente como los inteligentes frustrados. El genio tampoco, ya que resulta ser tópico el caso de los genios ignorados. Ni siquiera la educación sustituye a la constancia, pues el mundo está lleno de fracasados bien educados. Sólamente la constancia y la decisión lo consiguen todo.

Esta reflexión no es mía. Me la pasó en un papel, un dependiente de una farmacia con el que mi madre y mi abuela tenían mucha confianza porque la verdad que el hombre era simpático, no el típico farmacéutico borde... Me lo dió en la carrera cuando precisamente no estaba pasando por mi mejor momento así que es una buena reflexión a la que además acompaña un buen recuerdo... Espero que os guste.

8 comentarios:

Unknown dijo...

La constancia es importante pero es mejor encontrar algo que realmente te motive para que esa constancia no sea un suplicio :D

Anónimo dijo...

ciertamente mi amigo Antonio (from Estepona) me comentaba lo mismo por chat... hablábamos de tener primero claro el camino para luego aplicar la constancia... pero ¿cómo saber acertadamente cuál es nuestro camino? Yo todavía no tengo respuesta... porque como decía Machado, creo que la solución es "que no hay camino, se hace camino al andar".

Franj dijo...

Eso de los caminos no lo tengo yo muy claro, no sé si tenemos que elegirlos o tenemos que hacerlos o puede que las dos opciones. Es más, depués de estar en un camino (hecho o elegido), ¿quién nos dice que ése es el camino adecuado? En fin, que todo esto no hay por donde cogerlo.

Pero una cosa si que está clara: la constancia es la fuerza. Esto no quiere decir que siendo constantes logremos todo lo que nos propongamos, pero si a la constancia le sumamos la fuerza de voluntad... entonces que tiemblen los caminos.

Ciertamente, aplicando estas dos fuerzas (constancia y voluntad) tampoco se puede conseguir todo, aunque el rango de lo que no se puede conseguir queda bastante limitado.

Aún así, queda otra fuerza todavía más poderosa que las otras dos. Con ella en nuestro arsenal si que es verdad que se ponen a nuestro alcance los logros más inaccesibles (siempre que sean factibles). Sin embargo, esta fuerza presenta un inconveniente, que no es otro que su dificultad a la hora de blandirla.

Dejo a vuestro entendimiento el discernir de qué fuerza se trata.

Anónimo dijo...

Sobre la primera parte de tu comentario, te remito a que leas mi entrada sobre "el destino", llámalo camino o como quieras... No hay camino bueno o malo, lo que hay delante de nosotros lo vamos construyendo sobre la marcha; tan sólo podemos de vez en cuando mirar atrás para ver "ese camino" y darnos cuenta de si nos hemos ido encontrando muchos obstáculos o no.
Sobre la segunda parte... lo típico sería decir "fe" o "autoconfianza"... por aquello que dicen de "si CREES que puedes hacerlo ya tienes la mitad del trabajo hecho", pero siendo Fran... cualquier cosa puede ser jejeje

Antonio Ruiz dijo...

El camino es una entelequia que el ser humano ha creado y sigue usando. Si nos vamos a la parte física de camino, no hay camino si antes alguien no lo ha creado, así igualmente tenemos con el destino.

Para los que disfrutan del campo y/o la bici y disfrutan descubriendo nuevas rutas, se habrán enfrentado en muchas ocasiones a ¿qué camino tomar? ¿voy por el camino correcto? Al final hay que decidir por uno o por otro y ser constantes en el que tomemos para lograr llegar a la meta o "rectificar". Igualmente pasa en nuestro sentido, pueden existir muchos caminos de referencia pero al final decidimos nosotros. Sólo la constancia y la valentía (Rosa te propongo una entrada sobre "la valentía") es la que nos permite llegar al que creeremos que es nuestro camino ideal ;)

Cierto es que podemos sentir siempre dudas sobre nuestro camino, eso es señal de que estáis vivos! Ya luego los hay conformistas, pasotas y lanzados, ¿cuál es la mejor opción?

Anónimo dijo...

bienvenido Antonio-san, muy de acuerdo con tus sabias palabras estoy yo jejeje
Sí también había pensado q Fran se podía referír al valor...

Franj dijo...

Tú lo has dico Antoñito: "al que CREEREMOS que es nuestro camino ideal". En fin, como ya he dicho, para mi esto de porfiar acerca del destino y los caminos no lleva a ninguna parte, es poco más que perder el tiempo (ojo, "poco más" es distinto de estrictamente cero).

Antonio es que fue muy valiente a la hora de decidir salir de las faldas de Ujaldón, je, je, por eso cita la valentía. En verdad, me alegro mucho de que ande con comodidad por el camino que ha elegido y de que le guste el lugar al que parece conducir :-)

Sin embargo, no es el valor a la fuerza que yo me refería, el exceso de valor lleva a la temeridad. Tampoco es la fe, aunque esta si que es una fuerza potente, pero hay que tener mucho cuidado con ella, pues la línea que la separa del fanatismo no siempre es reconocida.

Bueno, como veo que no dais en el clavo, os resuelvo el misterio. Me refiero al amor. A día de hoy, el amor incondicional (por el/la compañero/a sentimental, por la familia, por los amigos, por tu país... por lo que sea), es la fuerza más poderosa que he podido apreciar, capaz de tirar por tierra incluso los principios más arraigados.

Me sorprende que Rosa no lo haya dicho.

Anónimo dijo...

Fran no voy a censurar tu comentario pa no enemistarme más contigo... pero si te hubieras fijado bien, en ningún momento he querido poner mi nombre en este blog por eso usaba un alias... en fin... podemos decir que la "fe" es un acto de "amor", o que el "amor" es un acto de "fe". Creo porque quiero, quiero porque creo. Jajaja Mira q frase lapidaria más buena me ha salido,... ostias via pedir q la pongan en mi tumba XDDD

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