domingo, 25 de octubre de 2009

Recupera tu mente en 5 pasos

Tras muchas batallas mentales conmigo misma, he llegado a algunas conclusiones que voy a compartir por si mis ideas (inspiradas en parte por lo que me han enseñado y mi propia experiencia) pudieran servir a alguien en algún momento dado, incluso a mí. Creo que este proceso de recuperar el control de tu mente se puede aplicar a muchos casos, de stress, de depresión, de ansiedad, y muchos otros males que desgraciadamente comienzan a ser las nuevas epidemias en las ciudades desarrolladas del mundo occidental.
Primer paso: El presente
Hay que tomar siempre como referencia el presente para tratar que la mayor parte del tiempo estemos con nuestra atención y concentración en lo que estamos viviendo aquí y ahora. Si perdemos continuamente la visión hacia el pasado o el futuro, estamos quizá malgastando más energías de las necesarias ya sea en recordar o en planificar. Esto también puede llevarnos a la preocupación excesiva por cosas que bien ya han ocurrido, o que todavía no han sucedido. Por lo tanto, lo primero que debemos procurar siempre es volver al presente.
Segundo paso: ¿Qué es lo que tengo?
Andamos a veces tan preocupados por cosas que nos faltan por algo malo que nos ha sucedido, y por tantos otros ruidos mentales que se nos olvida VER lo que tenemos y hemos conseguido hasta ahora. Muchas veces cuando ya tenemos algo es como si perdiera importancia o interés. "No es para tanto" se suele decir. Es muy importante dar el valor a lo que tenemos y a lo que con esfuerzo hemos conseguido. Seguramente si perdiéramos algo de eso que no valoramos ahora, empezaríamos a quejarnos por no haber sabido disfrutarlo. Alégrate por todo lo que tienes aquí y ahora. Sácale provecho y sobretodo disfrútalo. Porque no sabes cuánto tiempo podrás tenerlo y el día que te falte, te arrepentirás de no haberlo valorado lo suficiente. Haz una lista: familia, amigos, pareja, trabajo, salud, dinero,....
Tercer paso: ¿Qué es lo que no tengo?
Aquí es donde la mayor parte de la gente gasta mucha energía y atención. Los contínuos "me gustaría..." sobre deseos que formulamos muchas veces por inercia, porque estamos acostumbrados a estar contínuamente deseando nuevas cosas, creando nuevas expectativas. Tener un poco de ambición no es malo, siempre que no valoremos más lo ajeno, lo que tiene el otro, que lo nuestro. Anhelamos más muchas veces sin saber por qué, y ese comportamiento de comprar algo mejor, más nuevo, más grande... está muy extendido en el mundo occidental (cargado de publicidad consumista). Lo que nos lleva a muchos a estar en una sensación repetida de insatisfacción. Siempre nos falta lo que no tenemos.
Cuarto paso: De lo que no tengo ¿qué es lo que realmente me gustaría tener?
Para hacer esta lista, hay que ser sinceros y poner lo que verdaderamente nos gustaría no porque sea lo que se espera de nosotros, ni porque lo que dicen mis padres, mi pareja, mis amigos,... etc. Hablamos de deseos propios, si intentamos apropiarnos de los sueños o deseos de otros, puede que incluso aunque los alcancemos, nos llevemos una decepción. Por lo tanto, este paso es muy importante y requiere librarse de presiones sociales, chantajes emocionales y otros factores ajenos. Es crucial antes del siguiente paso.
Quinto y último paso: Lucha por el cambio
Si ya tenemos claro lo que nos gustaría cambiar o conseguir y objetivamente hemos valorado nuestras posibilidades de lograrlo o no, entonces podemos hacer una lista. En esa lista apuntamos los PRO's y los CONTRA's de cambiar o conseguir aquello que deseamos, sin adornos. Si, al final, realmente existe un camino que nos pueda llevar hacia esa meta, entonces vamos a intentarlo. Si emprendemos esta lucha, hay que hacerlo siendo conscientes de que aunque no logremos nuestra meta, vamos a esforzarnos por seguir valorando todo lo que tenemos y vayamos consiguiendo día a día. Es una muestra de gratitud que le debemos primero a nuestra vida y luego a la de los demás.
CONCLUSIÓN: Aprende de vez en cuando a analizarte, para ver cómo estás guiando tu vida, haz las listas y estúdialas. Valora, agradece, descarta y lucha. Y mientras tanto procura disfrutar, que para tres días que vamos a estar aquí, no merece la pena que estés triste dos días y medio...

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