martes, 4 de agosto de 2009

El valor de la palabra

Bueno ya va siendo hora de meter un poquito de caña pa que el ritmo no decaiga... jejeje y mira que hoy estoy medio contenta porque tengo mi bici por fin arreglada...
Voy a tratar una de las cosas que más me cuesta "perdonar" a la gente. Llamadme radical o que me tomo las cosas a pecho, pero si yo doy mi palabra a alguien, eso va a misa y ya tienen que ser razones de fuerza mayor (la muerte, catástrofes naturales, etc.) para que la rompa. Sin embargo, parece que mucha gente es de las que lanza promesas al aire con mucha facilidad, incluso permitiéndose cierto aire de "fiabilidad", y luego no cumplen su palabra, ya sea por olvido, porque sale un plan mejor, y otras excusas de tan poco peso que a veces prefiero ni escuchar porque me ponen de más mala ostia.
No me gusta que me planten, ni verbal, ni físicamente, lo considero una falta de respeto hacia la otra persona. Si no estás seguro de poder cumplir tus palabras o tus promesas, mejor te quedas calladito o calladita que estás más guap@. Encima me hace gracia que algun@s están tan acostumbrados a actuar de este modo, que ni siquiera le dan importancia, lo hacen a diestro y siniestro y tú tienes que "tragar" porque claaaaro, es que no lo hacen con maldad. Te voy a clavar yo un puñal en la espalda, pero de buen rollo eh? sin maldad, no te enfades tío si eso yo lo hago de vez en cuando con todo el mundo...
Conozco y he conocido a personas que siguen este patrón (no digo q lo hagan siempre) en mi entorno familiar y de amig@s... con algunas perdí el trato, con otras todavía lo mantengo,... pero lo que sí tengo claro es que son personas en las que no puedo confiar 100%.

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