sábado, 22 de agosto de 2009

Fragmentos de un respiro 6

12 Agosto
Diseñamos una lista de sitios interesantes que visitar que se encuentran en la misma zona a relativamente corta distancia, en coche claro. Primero vamos al monasterio de Leyre, donde descansan los reyes de Navarra y que actualmente sigue en uso, es decir, hay monjes benedictinos viviendo allí. Con la entrada además te acompaña una guía que te va explicando cada uno de los sitios que visitamos y la historia del lugar y de los monjes. Sólo vemos a un monje, antes de la visita, totalmente vestido de negro que está en una sala vendiendo recuerdos típicos, aunque lo más curioso es un licor que fabrica uno de los monjes siguiendo una receta secreta y celosamente guardada desde hace nosecuantos años. Quizás porque cuando entiendes el por qué de las cosas te resulta más interesante, disfrutamos mucho esta primera visita. No voy a extenderme en detalles salvo dos cosas que me llamaron la atención en la simbología del tímpano de entrada a la capilla. 1) Los músicos eran representados para simbolizar la pereza, asi que en la antigüedad ser músico no era un oficio bien visto, al menos por la iglesia. 2) Dos animales protectores según la religión cristiana ( y que efectivamente he observado en más iglesias), el león y el buey.
Siguiente parada: castillo de San Javier, patrón de Navarra. Muy bien conservado en el exterior, pero me decepciona un poco su interior. Ruta muy guiada y salas recargadas de pinturas, ornamentos y demás reconstrucciones hechas para llenar un vacío, que no necesita de tantas añadiduras para ser atractivo. En fin, una pena. El castillo de Olite en este sentido era más purista y mejor ambientado, menos recargado. Sí me llamó mucho la atención, tanto como para comprarme una postal, el cristo sonriente. El primer cristo que veo con rasgos orientales y con una expresión que parece que le acaban de contar un chiste, en vez de ser crucificado. La anécdota la puso un señor, con barba y canoso, justo cuando salíamos del castillo. Se acercó a la recepción y preguntó si alguien hablaba euskera. Una de las muchachas contestó que nó. El hombre respondió:

- "¿Ninguna de las tres?".
- "Ninguna, lo siento".
- "Más lo siento yo".

No veas con el viejo... Seguro se hacía el harakiri si con eso lograba poner el euskera como lengua oficial en Navarra... Después de aquello A. entró en una parroquia y yo que estaba ya empachada de edificios, me quedé tranquilamente sentada junto a un cementerio gótico. Realmente los cementerios muy antiguos tienen un ambiente especial, algo que no se percibe en los cementerios modernos. Yo ya he comido en plan picnic varias veces en cementerios históricos, uno en Gibraltar y varios en Escocia (allí es algo además normal). Hay mucha historia en esos sitios.
Por último decidimos tirar para la naturaleza y visitar la famosa Foz de Lumbier. Paraje realmente impresionante creado por la erosión del agua a través de miles de años sobre la roca. Además tiene una gran comunidad de buitres, que están tan acostumbrados a la presencia humana que se acercan una barbaridad sobre tu cabeza. Yo no he visto, ni creo que vea, a un buitre en estado libre tan cerca como lo ví allí. Nos sentimos casi como visitando el cañón del Colorado pero a la Española.
Por la tarde regresamos a Pamplona para pasar el resto del día con nuestra amiga. Paseamos por un parque donde tenían a algunos animales (gallos, ciervos, pavos reales, cabras, etc.) sueltos en mitad de unas obras de remodelación. La imagen era algo surrealista, las cabras pasando al lado de los cubos de mezcla. Los gallos encima de sacos de arena... Arte abstracto. Luego visitamos un parque creado con aires orientales y nombrado parque Yamaguchi en honor a la ciudad japonesa con la que está hermanada Pamplona. Creo que tiene algo que ver con que el santo Javier fue misionero en esa ciudad de Japón, pero no me hagáis mucho caso... Finalmente cenamos en una cervecería alemana pero que llevaban unos chinos. De vuelta a Artajona, recordé que la noche anterior y esa pasaban las perseidas, lluvia de estrellas que supuestamente toman nacimiento desde la constelación de Perseo. Así que allá que buscamos información en internet... mierda, el horario de máximo de meteoros acababa a las 22h y eran las 23 y pico... bueno da igual salimos a la calle a ver si veíamos a las rezagadas del grupo. Subimos al cerco de Artajona y en sus faldas nos tumbamos a observar el hermoso cielo nocturno a la caza de estrellas fugaces. Puedo decir que sí que vimos bastantes, con lo que aquel completo día terminó con buenos deseos. ;)

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