Pues si, hay muchos deportes, muchas prácticas diferentes, y cada uno puede verse más atraído por una u otra técnica según su situación, sus posibilidades y aquello que pretende conseguir con la práctica. Las motivaciones personales pueden variar mucho entre personas o incluso la misma persona puede sentir cambios en su motivación según el momento y su evolución particular.
Ayer noche volví a correr, no es una actividad que despierte mi pasión, pero no deja de ser un medio más, una herramienta más para conseguir algo. En mi caso lo utilizo para escapar de la mente, centrarme más en el cuerpo físico, en el ritmo, al mismo tiempo que fortaleces tu resistencia, tu capacidad cardíaca y pulmonar. Mucha gente prefiere correr sóla, yo aprovecho para compartir, si alguien se anima, y enriquecer el momento. La anécdota de ayer fue encontrar a un hombre sólo sentado en la arena casi al final del paseo marítimo, cantando ópera al atardecer. No había ningún público, era simplemente una persona más, alguien con quién te puedes cruzar cualquier día por la calle, alguien que no tenía miedo a ser diferente. Cantaba bastante bien la verdad y se notaba que era algo que hacía regularmente. Me sorprendió agradablemente y me arrancó una sonrisa :)
Dedico este humilde poema de hace algunos años a ese personaje anónimo, a modo de pequeño homenaje y para que siga despertando sonrisas a más gente...
La ciudad pasiva nos hace felices,
sin contrastes, sin matices.
Sólo monotonía,
que acostumbrados adoramos,
y nos aferramos a ella,
como desesperados.
Pequeños detalles se nos escapan,
historias dormidas, escondidas,
esperando ser descubiertas,
esperando ser aprendidas.
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